Gustar como consecuencia de…
Cuando ponemos al OTRO como ÚNICO objetivo de nuestro mensaje y nuestra comunicación pagamos un peaje muy caro.
Sucede que eso de crear para gustarle al otro, para entrar dentro de lo que “gusta” y de lo que es aceptable termina por hacer que abandonemos nuestra esencia, nuestros deseos, nuestra singularidad creativa.
Este aprendizaje se extiende a nuestra vida entera. Se extiende a nuestras relaciones de PAREJA, PROYECTOS, AMISTADES… Por eso cuando nosotros hacemos ALADURÍA o CANTO IMPROVISADO siempre estamos trabajando de fondo este persona de desarrollo personal, de contacto con nuestra esencia creativa.
¿CREES que PRACTICANDO ALADURÍA Y CANTO IMPROVISADO PUEDES conocer y transformar tus vínculos con los demás?
No tengas duda.