Desmitificando

Desmitificando la impro.

– ¿Lo puede hacer todo el mundo?

Pues claro. De eso no tengo ninguna duda. La cosa está en las expectativas que tu le quieras poner a esto del Arte y el Cantar. Todo el mundo puede hacer canciones improvisadas de la misma manera que puede hablar, leer, caminar, dormir….

Para la Aladuría¹ el Arte es una práctica asociada al contacto con lo humano, con lo esencial, con el placer del juego interno y la trascendencia. Todo lo demás, todo cuanto se aleje del acto humano y trascendente es mercado, y no es campo de estudio nuestro. Esto es: No buscamos la aprobación del Mercado ni de las modas. Partimos del simple hecho de cantar por cantar, crear por crear, expresarnos sin otra máxima que acariciar el alma. Por eso, todo el mundo puede hacerlo.

Ahora bien, no crean que esto quiere decir que estas prácticas no llevan al disfrute profesional del Arte.

Es importante saber que nosotros o sea yo busco desde mi propuesta que TODO EL MUNDO TENGA LA POSIBILIDAD DE CREAR Y ENCONTRAR UN ESPACIO DE EXPRESIÓN DIARIA.

– Yo no sé improvisar

Te hago una pregunta ¿Cuándo hablas con alguien, llevas un guión o vas respondiendo según se teje la conversación? Seguramente has respondido la segunda… y en eso consiste la improvisación, más o menos… al menos desde esta pregunta podemos responderte que “todos sabemos improvisar”. Como veremos más adelante, improvisar tiene que ver con escuchar, con estar permeable a la historia del otro… Lo contrario, hablar rápido y sin escucha es un monólogo.

– ¿Pero no no sé cantar?

Bueno, en ese caso debo decir que quizás no sepas cantar “bien” pero tienes voz. Y a menos que no quieras dedicarte a la música profesional eso no puede ser impedimento (igualmente hay cantantes que no tienen muy buena voz…).

Desde la Aladuría que es el soporte teórico y el marco desde el que se genera todo eso, no nos interesa trabajar con “voces perfectas” sino con permitir que salga y se expresa la voz de cada uno. No vamos a entrar mucho en eso pero “si tienes voz, puedes cantar”. Decir que sólo los que tienen buena voz pueden cantar es como decir que sólo los guapos pueden amar. Repito: Este arte y toda la filosofía que habita tras ella busca el disfrute creativo y la entrega.

– ¿Cómo hacer para hablar tan rápido y hacer las canciones tan ingeniosas?

La Improvisación no va de ir rápido, en serio. No tiene nada que ver. La improvisación más que ser rápido consiste en ser permeable y sensible al contexto. La improvisación va de “ser tu mismo”².

No confundamos improvisar con ser agudo, ávido, locuaz, inteligente… eso es otra cosa. Hay una fama muy mala al hacer creer que improvisar tiene que ver con ser rápido y además rimar y además decir frases increíbles… y nos lleva a compararnos con un modelo de impro que quizás nada tiene que ver con su esencia más profunda y posibilitadora.

La Improvisación no busca quedar bien, ni despuntar. Es un arte que busca extraer del presencia su esencia más propia y devolverla desde la honestidad de los intérpretes. Es un arte el servicio de la comunidad, al servicio del cuidado y la entrega honesta.

¿Cómo se logra eso de conectar con mi espontaneidad?

Lo primero es darnos cuenta de que estamos casi todo el rato conectada a ella. No es nada extraño ni propio de Dioses o seres especiales. Todo el mundo, todos los días somos espontáneos. Lo que si que puede ser más complicado es darnos cuenta de lo mucho que nos cuesta sacarla, validarla, compartirnos y convivir desde ella.

Lo segundo que tenemos que saber es que: “Ser espontaneo no se aprende leyendo sobre espontaneidad, sino siéndolo”³

Con esto quiero decir que la acción de ser espontáneo ha de venir acompañada de “un movimiento”. Esto es: hacerlo. No bastará sólo con leer estos apuntes y comprender la actividad sino que habrá que transitarla.

Para conectar con ella he preparado un programa que consta de una serie de actividades, recursos, reflexiones y que les ayudarán tanto a entrar en contacto con su espontaneidad como a validar los enormes beneficios que de su práctica se derivan.